martes, 26 de junio de 2012

Lonely, not alone

Abres la puerta, entras en tu casa y enciendes la luz del pasillo porque odias la oscuridad. Avanzas hacia la cocina, te tomas un vaso de agua, apagas la luz y sales. Recorres el pasillo, hasta el final, rumbo a tu habitación. Enciendes la luz, te tumbas en la cama y miras al techo. Escuchas atentamente pero el único sonido que hay es el silencio. Enciendes el ordenador, no hay ninguna novedad. Vuelves a la cama, miras el móvil y lo mismo: nada.
Te levantas, vas hacia el teléfono, miras la pantalla: ninguna llamada. Te asomas a la ventana y observas a la gente pasar y sientes envidia. Miras a las parejas, a los grupos de amigos, a los ancianos que van de la mano, a los padres con sus hijos y tú estás sola. Sola en tu casa, sola en tu ciudad y sola en el mundo. No quieres darte cuenta pero es así, no le importas a nadie que no seas tú misma, nadie va a llamar a tu puerta para ver como estás. No intentes convencerte de lo contrario porque sabes que no es así, sabes que estás sola. Y no, no sola de que no haya nadie en casa, si no sola de que nadie te quiere ni se preocupa por ti.
Es mejor darse cuenta lo antes posible porque así el mundo te hará sufrir menos.

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