sábado, 19 de enero de 2013

Madrugadas

2:17 de la mañana, ya no sé ni cuantas horas llevo intentando dormir. Lo he intentado todo: he terminado el libro que estaba leyendo, he contado 100.000 ovejitas, me he puesto a estudiar, he puesto música, he intentado dejar la mente el blanco y nada. Bueno, dejar la mente en blanco nunca me sirve porque aparecen en mi cabeza imágenes de monstruos y cosas grotescas que hacen que aún me sea más difícil dormir.
Sigo dando vueltas en la cama, 3:01 de la mañana. Joder, puto cerebro ¿es que no quieres descansar? ¿por qué no me haces caso? ¡Entra en modo hibernar! Pero nada, ahí sigue mi cabeza hiperactiva venga a trabajar, la pobre que es nocturna porque de día nunca quiere hacer ejercicio.
Poco a poco se va apoderando de mi la desesperación, no lo entiendo, ¿por qué nunca puedo dormir más de 5 horas seguidas? Porque claro, duerma lo que duerma, siempre es en intervalos de 1 hora/2 horas y otra vez a despertarse y a repetir de nuevo la tarea.
4:30 de la mañana y ya empiezo a plantearme si no sería más productivo levantarme directamente, ponerme a estudiar y luego dormir por la tarde. Pero rápidamente quito esa idea de mi cabeza porque no conseguiría dormir por la tarde y acumularía mucho más cansancio con el paso de los días.
5:15...sin ningún cambio. 5:30, más de lo mismo.  5:45 empiezo a notar cierto grado de cansancio en mi cabeza. ¡Ríndete ya!
Finalmente, a no sé que hora ya, consigo vaciar de una puta vez mi "pensadero".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Leave a soul