domingo, 9 de mayo de 2010

Nieve de primavera.

Me dijiste que había merecido la pena el hacer sta locura por el simple hecho de vernos y realmente tienes razón.
Más de 24 horas sin dormir, de cena, fiesta, desayunos improvisados, paseos por el parque viendo caer la nieve en forma de polen, hacer que mis lágrimas se acompasen con la lluvia mientras nos resguardamos bajo un árbol, despertarnos el uno al otro en momentos inesperados.
Y es que cuando estamos juntos todo lo que pasará es una sorpresa, nunca podemos predecir la lluvia que nos atormenta desde hace más de dos años, la gente que hace que todos nuestros planes cambien, las caminatas al sol que hiela, los niños que nos persiguen a donde quiera quiera que vayamos, las alergias, el dinero, los autobuses, los horarios que nos fasitidan todo y los exámenes de última hora.
Es díficl para nosotros organizarnos y por eso me encanta, porque todo surge de forma espotánea. Da igual que no sepamos que hacer porque al final siempre ocurre algo.
Hoy lo hemos visto, estamos hechos para superar la adversidad, si nuestro camino hubiera sido fácil posiblemente no habríamos llegado a este punto.
Y aquí es donde quiero quedarme; contigo bajo la lluvia mientras nos confesamos.

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