sábado, 27 de diciembre de 2014

Y

Siempre le he prestado mucha atención a los pequeños detalles, quizá demasiada.
En una ocasión me decidí a salir con un chico sólo porque escribía la "Y" igual que yo, porque sí, soy una retrasada que escribe esa dichosa letra de una forma especial y pensé que encontrar a alguien con mi mismo retraso era un detalle a tener en cuenta.
Es posible que la cagara tomando eso como una señal de que ese tío sería el amor de mi vida, o quizá la cagué en el momento en el que decidí poner fin a esa relación, pero lo que está claro es que si no hubiera sido por ese pequeño detalle no me habría planteado que él me gustara.

Hoy, no sé cuántos años después, he vuelto a acordarme de esa dichosa casualidad y de que quizá haya alguien por ahí que realmente escriba mal la "Y", de la misma forma y por el mismo simple motivo que yo. Podría marcarme un Príncipe de la Cenicienta e ir pidiendo a cada tío que conozco que me escriba en un papel esa letra hasta dar con uno que lo haga. Pero, ¿estaría forzando al destino? ¿me estaría convenciendo de que una letra puede ayudarme a encontrar algo que no creo que exista?
Es difícil distinguir los pequeños detalles de las grandes gilipolleces.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Notas

Hoy escribo sólo para recordarme a mí misma que no tengo que darle importancia, nunca más, en mi vida.

lunes, 13 de octubre de 2014

Él y ella. Ella y él.

Ella camina por la calle, absorta en sus pensamientos y en la música que sale de sus auriculares.
Él va corriendo hacia el trabajo porque un día más llega tarde.
Ambos están en la misma ciudad, en la misma calle, en el mismo instante, pero nunca llegan a verse.
Sus brazos se rozan cuando él pasa corriendo al lado de ella. Ella ni siquiera nota el contacto de su piel con la de él. Sólo levanta la mirada al sentir el aire moverse a su alrededor. Él no se gira para ver si ella está bien.
Ambos siguen su camino, un día más, como si nada hubiera sucedido.
Y el tiempo pasa.
El tiempo siempre pasa.
Misma ciudad, misma calle, mismo instante.
Hoy ninguno corre, ambos pasean. Ella sigue con su música, él escuchando el sonido de la ciudad. Las farolas iluminan el camino, las risas de la noche los rodean.
La multitud los hace arrimarse, sus brazos vuelven a chocar, pero esta vez se miran. Ninguno puede apartar la mirada. Ella sonríe, él sonríe.
Siguen su camino, pero el azar no se ha quedado tranquilo.
Mismo bar, misma barra, mismo minuto.
Y sus brazos vuelven a chocar, esta vez llamando la atención del camarero. Y ellos se miran.

-Hola, soy Javi.
-Ana, encantada.

Misma casa, misma habitación, misma cama.
Y sus brazos rodean el cuerpo de ella. Ambos se miran y, realmente, se ven.



lunes, 22 de septiembre de 2014

Aferrarse

Ayer lo vi. Iba caminando por la acera contraria a la mía. Era imposible no saber que era él. Creo que reconocería su forma de andar aunque estuviéramos rodeados por millones de personas. En cierto modo es cómico verlo de espaldas, con ese cuerpo delgaducho que más que andar parece que se deslice sobre el suelo, las manos siempre en los bolsillos de los pantalones, que le caen por debajo del culo.
Menos mal que yo he vuelto a pasar desapercibida y él ni siquiera se ha percatado de que yo sigo existiendo en el mundo.
A veces echo de menos los momentos en los que paséabamos juntos por la calle y él se paraba a saludar a todo el mundo, haciendo gala de su mejor sonrisa, ensayada anteriormente para estas ocasiones. Nadie me prestaba atención, y él se limitaba a decir mi nombre, como si fuera el perro nuevo que se había comprado. En aquellas situaciones me enfadaba mucho, pero ahora añoro la forma en la que me agarraba la mano, apretándome los dedos, como dando a entender que él sabía que estaba ahí.

Pero no quiero que vuelva a verme nunca, no quiero que me mire a los ojos y pueda leerme tan bien como solía hacerlo. No quiero que sepa lo que pienso, ni quiero que se entere de que aún no he sido capaz de protegerme de sus miradas.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Un tiempo después

Paseas por mi memoria como ese fantasma que me persigue por casa. Eres una sombra, necesitas mi luz para seguir existiendo, pero yo no me apago.
Te aferras a cada uno de mis pensamientos, no quieres soltarte. Eres petróleo que se encuentra bajo la tierra, esperando a que yo cave y te encuentre.
No quiero que sigas aquí, no quiero que me habites, quiero volver a ser esa isla perdida. Volver a la inmensidad del océano.
El tiempo pasa, pero en mi cabeza se detiene.

viernes, 4 de julio de 2014

.

Cierra los ojos y comienza a caminar.
La lluvia cae sobre tu cuerpo de forma tan violenta que casi parece querer atravesarte. No la combatas, prosigue tu camino.
Haz caso omiso a los gritos de los niños que juegan en el parque, a los ladridos de los perros y a las risitas de los enamorados. Continúa caminando. No te preocupes, no te dejaré solo.
Céntrate en lo que estás percibiendo, agudiza tus sentidos, toca, huele, escucha más allá de lo que se puede oír.
Ya estás llegando. El aire se vuelve más frío, la lluvia cesa. Todo lo que te rodea ahora es nuevo para ti.
Abre los ojos.
¿Sientes algo diferente? Ya has llegado. No abras los ojos aún.Sigue caminando.

martes, 10 de junio de 2014

La más muerta del jardín.

Nunca entendí por qué te fijaste en mí. Yo, que era la diferente a las demás, el punto que se sale de la curva.
Ellas: tan rubias, ojos preciosos, cuerpo perfecto, adorables, cariñosas. Encajaban perfectamente contigo y tu círculo. Ellas, el día.
Yo: tan poco atractiva, borde y antipática, lo menos adorable del mundo, el cactus. Yo, la noche.

Solía pensar que ellas eran las diferentes, pero me di cuenta de que realmente yo era la que no encajaba. El error, aquel fallo del destino, no sé que hizo que me miraras, que me quisieras. Aún me cuesta entenderlo. Igual pensaste que conseguirías cambiarme, que sería una más de aquel ejército de perfección pero no, seguí siendo la oscuridad entre la luz.
No podía competir contra eso.

Pero, ¿quién sabe? Igual dentro de unos años veas que la luz siempre esconde sombras.
Las rosas son preciosas pero incluso ellas tienen espinas. Al menos los cactus no las esconden.

sábado, 31 de mayo de 2014

No pain, no gain.

Dolor. Eterno aliado.
Agua hirviendo que cae por mi espalda, piel insensible que se vuelve roja sin apenas notarlo.
Pequeños cortes, sangre que brota de mis agonizantes venas. No es suficiente.
Agujas que se clavan en mi estómago y causan cosquillas de placer.
Miradas que dejan marcas más profundas que cuchillos, palabras que destrozan corazones, pensamientos que hacen gritar.
¿Dolor? Dolor fuiste tú.

jueves, 15 de mayo de 2014

Primeros pasos.

Soy pequeña y estoy aprendiendo a andar. Mis padres me agarran para que pueda dar mis primeros pasos y conforme voy avanzando me van soltando. Primero me sueltan una mano, luego la otra y en ese momento mi cuerpo se tambalea, intento recuperar el equilibrio y hay una fracción de segundo en la que siento que voy a caer.
Ese momento en el que te encuentras entre recuperar el equilibrio y caerte es el punto en el que me encuentro.
A veces siento que me voy a caer, que no voy a ser capaz de mantenerme y seguir andando y otras me veo corriendo por el pasillo.
Es una sensación extraña porque no sabes cómo actuar, sabes que no tienes nada dónde apoyarte y no sabes hacia qué lado echar tu cuerpo para no caerte. En cierto modo me recuerda a los trapecistas cuando están en la cuerda floja.
Lo único que me consuela es saber que en cualquier momento mi cuerpo decidirá por mí y la balanza se inclinará hacia un estado o hacia el otro.
¿Seré capaz de andar o caeré?
Quién sabe.
Lo único seguro es que lo haré sola, sin ninguna mano que me agarre para no caer.

domingo, 4 de mayo de 2014

Premios Infinity Dreams

No suelo hacer estas cosas aquí pero bueno, ya que Sunset me ha nominado lo haré :D
Así que...gracias Sunset, y todos (si es que alguien me lee) a visitad su blog.
Reglas:
1 Agradecer al blog que te nominó
2 Responder a sus 11 preguntas 
3 Nominar a 11 blogs
4 Avisar a los blogs nominados
5 Hacerles 11 preguntas

Como soy muy rebelde, me voy a pasar las normas por el forro y no voy a nominar a nadie ni nada. 

 Preguntas de Sunset:
1) ¿Qué prefieres: leer o escribir?
No puedo elegir, tanto leer como escribir son casi necesidades para mí y depende del momento necesito más una cosa u otra. Aunque, en general, leo más que escribo.

2) Si pudieras tener un súper poder, ¿Cuál sería?
Poder tener el súper poder que quisiera en cada momento según me conviniera.

3) ¿Cuál ha sido el libro que más te ha gustado? ¿Por qué?
Como no puedo elegir un sólo libro voy a centrarme en los que he leído últimamente y voy a decir Contra el viento del norte de Daniel Glattauer. Porque es una historia de amor diferente contada de una forma muy original y no sabes en ningún momento cómo va a acabar. No es la típica historia de amor empalagoso, es una historia real, con personajes que podríamos ser cualquiera de nosotros.

4) ¿Qué canción crees que deberíamos escuchar todos?
Otra pregunta en la que me cuesta elegir. No creo que todo el mundo debiera escuchar la misma canción porque probablmente la mayoría de la gente no la apreciaría de la misma forma que el resto. Igual es imprescindible para mí y una mierda para los demás. 

5) Define lo que significa para ti la libertad.
Me cuesta definir algo que nunca he sentido completamente. Creo que la libertad es saber que puedes hacer cualquier cosa. 

6) ¿Te consideras alguien extravagante?
No, tengo mis rarezas, como todo el mundo pero no creo que sea extravagante. Al revés, siempre intento pasar desapercibida.

7) ¿Qué personaje de libro serías por un día?
Kvothe de Crónica del Asesino de Reyes, me encantaría poder practicar la simpatía, ser un Edena Ruh y, en defnitiva, ser él.

8) Libro que más te ha costado leer.
Las Dos Torres, (El señor de los anillos II), es el único libro que nunca he llegado a terminar, añun sigue marcada la página por la que me quedé por si me da por acabarlo algún día.

9) ¿Cuál es el adjetivo que mejor te define?
Sólo uno... creo que voy a decir cabezota.

10) País al que deseas viajar.
Muchísimos, pero al que más probabilidades tengo de ir ahora mismo es Holanda. 

11) Opinión sobre lo poco o mucho que hayas leído en mi blog, crítica para mi mejora.
Realmente no sé que comentar acerca de esto. Creo que escribes muy bien, a veces de forma un poco atropellada pero pienso que ese es precisamente el encanto de tus textos.


Y...¡fin!

 

jueves, 1 de mayo de 2014

Carcajada espontánea.

A veces estoy tranquila en clase, en la calle, con mis amigos y de repente veo algo que me hace gracia. Empiezo a reírme, intento calmarme pero vuelve a mi cabeza eso que me ha hecho empezar a reír y no paro. La gente me mira cómo si estuviera loca o me preguntan de qué me río, intento hablar y justo cuando voy a decir la primera palabra vuelve la risa de nuevo.
Puedo estar así varios minutos, con lágrimas en los ojos, mis carcajadas resonando en el espacio y los demás intentando comprender lo que me pasa.
Al final, algunos de los que me rodean se contagian y empiezan a reír también, en ese momento ya no hay vuelta atrás. Todo el mundo ríe y yo no consigo parar. En cierto modo me recuerda a la escena de Mary Poppins en la que visitan al tío Albert que cuenta un chiste malísimo, de un tal Smith con una pata de palo, y al reírse flota, los demás se ríen con él y flotan también.
En esos momentos es cuándo mejor me siento porque me veo a mí misma como la causante de esas risas, sin haber dicho nada siquiera, solamente con el sonido de mis patéticas ideas que resuenan a modo de carcajada.
Mi propia absurdez y mi mente inquieta le han dado a otra gente un motivo para reír. Y eso me hace un poquito más feliz.

jueves, 24 de abril de 2014

Ficción.

-Esto tiene que acabarse. No podemos volver a hablar, ni a vernos.
-Sabes que no vas a ser capaz - me dijo con su típica sonrisa de suficiencia.
-Deja de hablar como si fueras el Dios del universo que lo sabe todo, te vas a llevar una gran decepción esta vez.
-Ah,¿si? ¿Y qué ha cambiado ahora?
-Que ya no puedes engañarme, sé como eres realmente. No pienso seguir perdiendo oportunidades por tu culpa. Por favor, no me busques, no me hables, déjame en paz.
-Pero... es que no quiero perderte.
-Hace mucho que me perdiste, pero ni siquiera yo me daba cuenta.
-Por favor, perdóname. Dame una última oportunidad.
-Ya la tuviste. No pienso darte nada más.

Me giré, con lágrimas en los ojos intentando no mirar atrás porque sabía que podía arrepentirme. Eché a correr como si me persiguiera el demonio y no paré hasta llegar a casa.
Cogí el móvil y lo estampé contra la pared. No quería saber nada de él. Esta vez era la definitiva, no podía dar marcha atrás. Ahora lo único que me quedaba era secarme las lágrimas, borrar de mi cabeza cualquier recuerdo y sonreír al futuro.

miércoles, 2 de abril de 2014

En el fondo

Hace tiempo pensaba que todas esas tonterías que salían en las películas sobre corazones rotos y desamores era una basura, que no era verdad. Claro, porque el amor sí existe pero el desamor no. Muy lógica yo.
Creía que nadie podría hacerte tanto daño como para no querer salir de la cama o para llorar cada 5 minutos por cualquier gilipollez que te venga a la cabeza. De verdad, lo creía.
Hoy, después de muchos años, me he dado cuenta de que sí que es verdad, sí pasa, sí pueden romperte el corazón.
Cuando empiezas con alguien siempre tienes  miedo de que te dejen y lo pases mal. Yo lo pensé, durante mucho tiempo tuve ese miedo hasta que por momentos conseguía olvidarlo. Pensaba que el propio miedo haría que justo pasara eso y al final logré mantenerlo apartado.
¡Sorpresa! Me rompieron el corazón justo cuando no lo esperaba.
Y lo peor de todo es que, en el fondo, lo sabía desde que lo conocí.

martes, 4 de febrero de 2014

Lucha

"Quién bien te quiere, te hará llorar" me repetía mil veces mi madre cuando era pequeña y, como siempre, tenía razón.
El problema es que, cuando se da esta situación, dudas de que realmente esa persona te quiera y entonces empieza el proceso de empatía. Te paras a analizar la forma en la que esa persona se comporta contigo, las cosas que te dice y por qué esas cosas, o más bien, la ausencia de ellas te hace tanto daño. Te sientes dolido, aunque sea por una tontería, pero se supone que esa persona te quiere, ¿por qué es así contigo?
Empiezas a ponerte en su lugar, a plantearte qué puede estar pasándole por la cabeza, si está mal, si está angustiada... cualquier cosa con la que puedas convencerte a ti mismo de que no hay ningún problema, que sólo es una situación momentánea.
Y llega el momento de: No, no, esto ya ha pasado antes, esto no me gusta. Tu muralla de excusas empieza a derrumbarse porque la paranoia comienza a invadirte. Se produce una lucha entre ambos hemisferios del cerebro, uno te dice que no te agobies que es sólo algo pasajero y el otro te dice que no, que acoses a la persona hasta que confiese el problema que tiene contigo. Se establece una lucha interna tan fuerte que empieza a dolerte la cabeza, empiezas a encontrarte mal y poco a poco el lado acusador va tomando posesión de tus facultades. Agobias a la persona con preguntas, te pones de mal humor sin motivo alguno, lanzas pullitas a ver si capta que sabes que algo anda mal. Es entonces cuando la otra persona te manda a la mierda y te pide que le dejes espacio.

Y al final, si, quien bien te quiere te hará llorar, pero quien más te hace llorar eres tú mismo.