domingo, 26 de mayo de 2013

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Yo nunca quise quedarme en el País de Nunca Jamás, lo que quería de pequeña era crecer. Ese sitio estaba bien para unos días, unos meses pero yo no quería quedarme estancada en la niñez.
Siempre fui madura, aunque en aquel momento no era consciente de que lo era, y la mayoría de la gente me decía que estaba loca y que me arrepentiría luego de ser mayor.
Pues no, no me arrepiento nada. Lo único que echo de menos es el no tener preocupaciones y pasarme el día jugando, es verdad, extraño la niñez pero no tanto como para volver.
La forma de ver las cosas que tengo ahora nunca podría haberla conseguido si no hubiera crecido, siempre habría sido una cosa indefensa, sin capacidad parar darse cuenta de la gravedad de una situación.
A mí me gusta crecer, me gusta ver cómo evoluciono, me gusta experimentar cambios en mi forma de pensar. Siempre que alguien me decía: "Más sabe el diablo por viejo que por diablo" yo pensaba en que quería ser vieja para saberlo todo.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Un paso al frente

Me gusta la sensación de estar parada y que un camión/tren/autobús pase a gran velocidad por delante. Me gusta sentir que estoy cerca del peligro pero lo suficienteme lejos como para sentirme segura.
Si doy un paso al frente puedo morir y si doy un paso hacia atrás consigo una mayor seguridad. ¡Cuánta diferencia marca un sólo paso!
A veces pienso en lo que pasaría si doy un paso al frente y muero. Mucha gente pensaría: "Pobrecilla, murió atropellada por un camión" y otros en cambio dirían: "¡Qué gilipollas! Mira que acercarse tanto a la carretera..."
Pero mi pregunta es: ¿Por qué nadie piensa que a lo mejor estoy tomando una decisión? A nadie se le pasa por la cabeza que quizás yo quiera morir, que quiera solucionar todos mis problemas rápidamente y con un sólo paso. Seguro que nadie se sentiría culpable y todos quedarían contentos con el resultado final, nadie tendría que curarme si sufriera una enfermedad, nadie más tendría que aguantarme si estoy de mal humor y yo no tendría que aguantar los reproches de nadie.
Igual la única forma que conozco para arreglar mi vida es la autodestrucción.

miércoles, 1 de mayo de 2013

De plantas y libros

Echo de menos la vida sin preocupaciones que tenía de pequeña. Recuerdo pasar los días en el patio de casa de mi abuela leyendo mientras mi hermana se dedicaba a construir cosas con piezas de plástico.
Recuerdo aquella sensación de felicidad, disfrutaba de aquellos momentos. Ahora no puedo hacer eso, no puedo sentarme al sol y leer sin que se me pase nada más por la cabeza.

De pequeña quería ser mayor, pero ahora que estoy creciendo me encantaría volver a aquella época en la que los chicos eran tontos y lo que más me importaba en el mundo eran las plantas de mi abuela y la colección de libros que tomé prestada de mi madre y mi tía.